Las cualidades del buen docente

8 de enero de 2018

En todos los blogs y páginas web educativas abundan las entradas y los artículos sobre las herramientas, los métodos y las técnicas de aprendizaje. En este mismo blog se pueden encontrar muchos ejemplos. Todo aquello que facilite el trabajo del docente y el aprendizaje del alumno es bienvenido y hay que ponerlo en práctica. En las facultades de educación se dedica mucho tiempo a analizar las estrategias, los métodos y la didáctica que debe utilizar el profesor, las competencias y las habilidades que debe adquirir el alumno y cómo hacerlo. Profesorado bien preparado y competente, alumnado motivado, material suficiente y adecuado. Todo ello es importante, no cabe duda y sin ello no sería posible una educación de calidad. En los medios de comunicación se suele dar relevancia a noticias sobre los resultados del Informe PISA, sobre la calidad de la educación en Finlandia, sobre el pacto educativo… Y en los centros se debate, se evalúa, se proponen estrategias, se intentan mejorar continuamente los resultados del aprendizaje de los estudiantes.

Pero quizás nos estemos olvidando de lo más importante y que repercute directa y fundamentalmente en todo el sistema educativo: las cualidades de un buen docente. Esa es la base de todo, no cabe ninguna duda y numerosos estudios lo demuestran. Podemos incrementar la inversión en educación, dotar a los centros de más medios y recursos, consensuar leyes educativas, disminuir el número de estudiantes por aula… Pero sin el docente, sin su preparación, sin su personalidad, sin sus cualidades, todo lo demás es irrelevante. Aula con pocos alumnos, muchos libros, ordenadores, espacios amplios, todo lo que podamos imaginar que facilite la tarea, nada de eso importa si el profesor no sabe realizar su trabajo y si, y esto es en lo que quiero hacer hincapié, no está dotado de unas cualidades que, en algunos casos se pueden aprender, pero en otros dependen de su personalidad. En eso consiste, precisamente, la dificultad de su preparación y de su selección.

Mi experiencia, mis años de trabajo en la enseñanza y muchos artículos y estudios me permiten, aunque seguramente con muchas limitaciones, exponer aquellas cualidades que debe tener un buen docente y que deberían ser un referente. Entre ellas no encontraréis la vocación porque creo que esa cualidad es la suma de todas las que expongo a continuación.

1. Paciencia. Saber adaptarse a los diferentes ritmos de aprendizaje de sus alumnos, no pretender que todos alcancen al mismo tiempo los mismo resultados, tener presente que son personas que están en fase de maduración, muchas veces con problemas personales y familiares que condicionan su comportamiento, aunque eso no signifique excesiva permisividad con actitudes irrespetuosas o indisciplinadas.

2. Cariño. El alumno debe sentir que no es uno más en la clase, sino que el profesor se preocupa por sus problemas y los conoce. Aprenderse en los primeros días los nombres de cada uno, preguntarles lo que les gusta, hacerse cercano, decir palabras de aliento, saber escuchar, sonreír… Hay muchas formas de expresar el cariño, la cercanía, la estima. Los estudiantes agradecen esos gestos que humanizan al docente y muestran que es alguien en quien se puede confiar y que refuerzan su autoridad. Hay que recordar las palabras de Freire: “Es imposible enseñar sin la capacidad forjada, inventada, bien cuidada, de amar”.

3. Motivación. La capacidad de motivar a los demás debe partir de la propia motivación del profesor, de concederle a su trabajo la importancia que tiene. Reconozco que este no es precisamente un buen momento para que un docente se sienta motivado, aunque el buen profesional suele dejar a un lado las dificultades y obstáculos que provienen del entorno y centrarse en su labor. Motivarse él como profesor para poder motivar a sus alumnos, buscar y encontrar en su tarea todo aquello que ilumine su trabajo. Y son muchas las luces que puede encontrar, la primera de ellas, la posibilidad de hacer mejores a las personas, porque eso también nos hará mejores.

4. Entusiasmo. Enlaza con el anterior. Un docente motivado es un docente que se entusiasma con su trabajo y transmite su pasión y su emoción a sus alumnos. A estos les resultará muy difícil permanecer impasible ante alguien que se entrega en su trabajo, que lucha por hacer entender los problemas más complejos, que disfruta, que se entrega. Su ejemplo, además, servirá para que aquellos que le rodean, afronten las dificultades también con entusiasmo. A punto de jubilarme, en junio de 2015, escribí un artículo titulado Pon todo tu corazón en lo que hagas, en donde explicaba con más amplitud y ejemplos la necesidad de apasionarnos con nuestro trabajo, ya que eso alejará la apatía de muchos estudiantes.

5. Empatía. Hace tres años escribí una entrada titulada La empatía en las aulas, en la que exponía la necesidad de los docentes de sentir con el otro, en este caso sus alumnos, entender y aceptar sus estados emocionales y comprender las razones de su comportamiento. Dentro de lo que se conoce como inteligencia emocional, la  empatía se define capacidad de reconocer emociones en los demás, de interpretar las señales que los demás expresan de forma inconsciente es fundamental para la vida en el aula. El docente debe estar atento a ese pulso, a ese latido individual y grupal que le rodea y procurar que sus alumnos también sean capaces de empatizar con sus compañeros y con su profesor.

6. Capacidad de mejora. Todos tenemos capacidad de mejorar en nuestro trabajo y en nuestras relaciones. Aunque es prácticamente imposible alcanzar la perfección, siempre debemos aspirar a ella, perseguirla, esforzarnos para subir peldaños, descubrir nuevos retos y nuevos horizontes. Aprender de los demás, formarse continuamente, estar al día en todas las novedades metodológicas y didácticas, aprovechar aquellas que mejor se adapten a nuestra personalidad y a nuestros medios. Lo peor que puede hacer un docente es conformarse, creer que ya no puede hacer más ni conseguir mejores resultados.

7. CríticoUn docente debe ser humilde, evaluarse constantemente, saber reconocer sus errores y sus aciertos y ser flexible para cambiar aquello que no da resultado. También debe saber aceptar las críticas de los demás, especialmente de sus alumnos, porque la capacidad de criticar, de reflexionar y exponer con argumentos sólidos aquello con lo que no están de acuerdo, debe ser uno de los objetivos para formar buenos ciudadanos.

Para finalizar, leed la entrada Mis diez mejores frases sobre educación. ¿Cuál es tu preferida? de un blog que suelo leer habitualmente, justificaturespuesta.com. Creo que completan de manera muy acertada todo lo que conlleva ser un buen docente.

Imagen relacionada

Anuncio publicitario

(Posiblemente) Los mejores blogs y webs de orientación educativa en 2017 …

2 de enero de 2018

OrienTapas sigue siendo una referencia… mi referencia preferida para estar al tanto de lo que se «cuece» en la educación, en la orientación. Y los Premios OrienTapas son un aliciente para todos aquellos orientadores y orientadoras que mantienen sus blogs o páginas de orientación. Aunque ya estoy relativamente alejado del mundo de la enseñanza, de vez en cuando siento el gusanillo de comprobar cuáles son las últimas novedades en este apasionante mundo. Y para ello sólo tengo que entrar en OrienTapas.

En este enlace encontraréis las, seguramente, mejores páginas de orientación educativa. Si estáis interesado en algo, lo que sea, relacionado con cualquier tema que os interese, y no sólo sobre orientación educativa, sino sobre la EDUCACIÓN, no lo dudéis, entrad en esta página y buscad. Seguro que lo encontraréis.

Las vacaciones son para descansar… cuando se está cansado

14 de diciembre de 2017

Está a punto de terminar el primer trimestre. La suerte está echada, los exámenes realizados y las notas a punto de publicarse. Ahora se verán los resultados, que son sólo una marca, un pequeño alto en el camino que nos permitirá reflexionar sobre lo que hemos hecho y lo que debemos hacer para corregir, si es necesario, algunas o muchas cosas. La evaluación es algo mucho más complejo que una nota, que una cifra o una palabra escrita en una hoja. Mientras que la nota es sólo un aviso, una referencia, una marca que intenta reflejar un resumen del trabajo realizado y de los resultados de dicho trabajo, la evaluación se realiza durante todo el proceso de enseñanza y aprendizaje: desde la definición de los objetivos que se pretenden, los indicadores y criterios, los instrumentos de evaluación, la realización de actividades, la recogida de evidencias del aprendizaje de los estudiantes, la toma de decisiones para adecuar todo lo anterior, etc.

De todas formas, no hay mejor evaluador que uno mismo. Cualquier estudiante de ESO, Bachillerato o Universidad, si es sincero y objetivo y no pretende engañarse a sí mismo o a los demás, es capaz de autoevaluarse y de ponerse una nota. Y no sólo en exámenes o controles, sino en su actitud, en su esfuerzo, en su comportamiento. Cuando trabajaba como maestro de EGB y daba clase a estudiantes de 7º y 8º (lo que hoy corresponde a 1º y 2º de ESO), ponía en práctica a menudo la autoevaluación. Primero, ellos mismos corregían los ejercicios de los exámenes y ponían la nota que correspondía siguiendo los criterios que previamente se habían explicado. Al finalizar el trimestre entregaba una hoja a los alumnos que recogía la ponderación de cada uno de los aspectos que se evaluaban: exámenes, controles, actividades de clase, trabajos en grupo, esfuerzo, actitud, comportamiento… Y puedo asegurar que pocas veces diferían sus resultados de los que yo, finalmente, ponía en los boletines de evaluación.

Y ahora entremos en materia, atendiendo al título de esta entrada. Todas las personas que trabajan o estudian, todas, necesitan periodos de descanso, necesitan desconectar de la rutina diaria, cambiar de actividad, lo que ahora se denomina «cambiar el chip». Nadie puede realizar la misma tarea durante días, semanas y meses sin que aparezca el agotamiento, sea físico, mental o ambos al mismo tiempo. Por eso, aquellos estudiantes que han aprovechado el tiempo en clase y han dedicado horas de estudio en casa es preciso, yo diría que es obligatorio, que descansen en las próximas vacaciones de navidad. Eso no significa que cierren los libros el último día de clase y no vuelvan a abrirlos hasta quince días después. Si nos fijamos en los deportistas, por ejemplo, en vacaciones siguen un plan par no perder la forma; eso mismo es lo que tendrían que hacer los estudiantes: no perder la forma y hacer ejercicios suaves.

Otro consejo diferente es para aquellos que «no han dado un palo al agua» o que se han tomado el primer trimestre con excesiva «tranquilidad». Aquí hay que ponerse un poco más serios porque ese derecho al descanso en realidad no se lo han ganado. Tendrán que cambiar el chip también, pero en otro sentido. Quedarán todavía dos trimestres en los que se puede recuperar el tiempo, pero para ello tendrán que gastar las energías que han ahorrado en los meses anteriores y comenzar a reflexionar y a trabajar duro durante las vacaciones. Porque seguramente no estarán cansados y tienen las fuerzas intactas. Así que tendrán que ponerse manos a la obra, planificar bien lo que resta de curso, recuperar parte de lo que han perdido y aprovechar esas dos semanas de vacaciones para hacer lo que en fútbol se llama la pretemporada, es decir, una preparación que les permite afrontar después la liga con las máximas garantías.

Cuando estaba en activo escribí varios artículos sobre este tema, que se pueden encontrar en los siguientes enlaces y que dan algunos pequeños consejos sobre cómo afrontar el trabajo y el descanso en las próximas semanas.

Finaliza el primer trimestre

Cómo organizar las vacaciones (y el estudio)

Resultado de imagen de estudio y descanso en navidades

La educación integral

10 de diciembre de 2017

Hacía tiempo que no escuchaba o leía algo sobre un concepto que durante la carrera de Pedagogía se mencionaba constantemente: educación integral. Desde hace unos años se utilizan otros términos que en la actualidad están más de moda: educación emocional, educación en valores, en competencias, inclusiva, compensatoria, digital… Todas ellas ponen el acento en aspectos importantes de la formación del ser humano: el dominio y el control de las emociones, la empatía, la solidaridad, la compensación de desigualdades, las habilidades sociales, las herramientas digitales, la inteligencia. Ninguna de ellas se puede dejar al margen pues olvidaríamos lo más importante: el ser humano es un “todo” compuesto por el cuerpo, la mente y el corazón. O dicho de otro modo, la educación debe preocuparse de los tres campos: el conocimiento, la conducta y la voluntad.

Hace un par de días leí un estupendo artículo en INED21 que se titula como esta entrada, La educación integral. Y recordé lo que mi profesora de Pedagogía de Magisterio nos decía continuamente: «una educación que no contemple toda la complejidad del ser humano, sus virtudes y sus defectos, su potencial, su capacidad de mejora, su mente y su cuerpo, no es auténtica educación». El conjunto de conocimientos que una persona culta debe adquirir para valerse por sí misma en la vida, ser útil a la sociedad y darse una explicación personal sobre el mundo en que habita y el tiempo en que le ha tocado vivir, ese es el contenido y el objetivo de la educación integral. A veces se pone demasiado énfasis en los valores, en las competencias, en el dominio digital, en la memoria. Ninguno de ellos se puede olvidar o dejar a un lado, pero sin perder la perspectiva del conjunto, de la integración de los elementos en un todo armónico, todo lo armónicas que, dentro de la imperfección, pueden llegar a ser las personas.

Reproduzco el comienzo del artículo mencionado, «La educación integral».

LA EDUCACIÓN INTEGRAL

(Las ganancias marginales)

Hace ya tiempo que escuché en la radio una explicación sobre la “Teoría de las Ganancias Marginales”. Me resultó muy interesante y me puse a buscar más información sobre el tema.

La “Teoría de las Ganancias Marginales” es un concepto que introdujo Sir Dave Brailsford cuando se hizo cargo del equipo nacional de ciclismo de Reino Unido en el año 2002. Desde 1908 hasta 2002 el equipo ciclista tan solo había levantado una única medalla de oro en unos Juegos Olímpicos.

De su mano llegaron dos medallas de oro en Atenas 2004 y otras ocho preseas del mismo metal entre Pekín y Londres, cuatro años después. En 2010 se hizo cargo del equipo Sky consiguiendo los Tours de Francia de 2012, 2013, 2015 y 2016.

¿Qué hizo y qué cambios aplicó Brailsford para provocar tanta mejoría en ambos equipos? Sir Dave Brailsford considera que el rendimiento deportivo es el resultado de múltiples factores que inciden de manera directa los unos con los otros. Podríamos decir, que el rendimiento es un “todo” formado por muchos elementos y que para mejorar ese “todo” final, es suficiente con mejorar mínimamente el resto de elementos.

Sir Dave consiguió mejoras en la higiene diaria para evitar enfermedades (con una educación hacia el deportista y un mayor control), en la aerodinámica (revisó la disposición de las posturas del ciclista y la composición de la propia bici), en las comidas diarias (la nutrición como un factor elemental de rendimiento y de salud), mejorar la calidad del sueño (comenzó a trasladar los colchones de cada ciclista para que pudieran dormir siempre sobre la misma superficie), etc. Todas ellas juntas se convirtieron en una apuesta ganadora.

¿De qué manera se puede aplicar la “teoría de las ganancias marginales” en nuestro día a día? El ser humano es un “todo” compuesto por el cuerpo, la mente y el corazón.

Continuar leyendo…

Resultado de imagen de educación integral

Sobre la lectura

16 de noviembre de 2017

Reproduzco la entrada de mi otro blog trecegatosnegros, porque trata de un tema, la lectura, fundamental en la educación como herramienta necesaria e imprescindible para el aprendizaje y también para abrir las mentes, ampliar nuestro conocimiento y nuestra cultura, disfrutar, fantasear… En resumen, para hacernos más felices.

 

Resultado de imagen de la lectura

«No hay tiempo mejor utilizado que el dedicado a la lectura. Sumergirse en un libro, dejar volar la imaginación, penetrar en la mente de héroes y villanos, recorrer mundos reales o imposibles, conocer otros pueblos y culturas, presentes, pasadas o futuras, amar u odiar a los personajes y a los autores, abrir las mentes. Son tantas las emociones que pueden provocar la lectura de una poesía, de un cuento o de una novela, que nunca podremos agradecer lo suficiente a aquellos primeros hombres que necesitaron comunicar o expresar algo y se les ocurrió utilizar pieles de animales, pergaminos, papiros, paredes de cuevas o tablillas y plasmar mediante signos y símbolos lo que pensaban para que otros pudieran leerlo. A este primer gran invento, unos miles de años más tarde, se le añadió otro del que sí sabemos su autor, Gutembergla imprenta de tipos móviles, que permitió extender la lectura a niveles desconocidos hasta entonces. Y aquí cambió la historia del pensamiento y de la cultura. Los libros pasaron de los monasterios y de los palacios de reyes y nobles, es decir, del ámbito religioso y político, a otros diferentes, como el del entretenimiento y el de la divulgación científica, que la pujante clase media, más culta y preparada, demandaba cada vez más.

Y en esa estamos. Cientos de años después de la aparición de la imprenta, se ha conseguido que un porcentaje muy alto de la humanidad disfrute con la lectura, aunque siempre ha tenido enemigos muy poderosos. Los más importantes, aquellos que querían evitar que las clases más desfavorecidas y humildes accedieran a la educación (y, por tanto, a saber leer y escribir) o que ésta fuera muy restrictiva y sólo destinada a preparar mejores trabajadores que después fueran convenientemente explotados. Porque la lectura, la cultura en general, abre las mentes, ayuda a ser críticos, despierta la imaginación y eso es demasiado peligroso. Y también han ido surgiendo enemigos, o más bien contrincantes, de otro tipo: la televisión, el ordenador, los videojuegos, el móvil…, pero no porque compitan con el libro, sino por el excesivo tiempo, si no se sabe controlar, que se dedica a ellos. Pero en este sentido, como en otros ámbitos, hay que ser inteligentes y utilizar la máxima de Sun Tzu (El arte de la guerra)si no puedes con tu enemigo, únete a él. Es decir, siempre se pueden utilizar las mencionadas herramientas para hacer más atractiva la lectura, como se puede comprobar en los siguientes enlaces:

Actividades TIC de animación a la lectura

Informe de la UNESCO: La lectura en la era móvil

Fomento de la lectura a través de los videojuegos

Pues bien, cuando os digan que el mejor amigo del hombre es el perro podéis decirle que, sintiéndolo mucho, no estáis de acuerdo, y que el mejor amigo del hombre es un libro. Y, además, tiene muchas más ventajas: no hay que sacarlo de paseo dos o tres veces al día, llueva, ventee o haga un frío que obligue a los grajos a volar bajo, no hay que llevarlo al veterinario, no se te rompe el corazón cuando se muere… Aunque, espera, sí da mucha pena leer la palabra Fin si el libro nos ha fascinado.

Por último, tres enlaces cuyos títulos nos resumen su contenido. Aconsejo, como no podía ser de otro modo dado el tema que estamos tratando, que los leáis.

¿Cómo conseguir que tus hijos odien la lectura?

El poder del libro para cambiar la vida

Consejos para la lectura»

Imagen relacionada

Recursos sobre Lengua castellana y literatura

27 de octubre de 2017

Hablaba en mi anterior entrada de la gran ventaja que supone Internet para encontrar contenidos educativos de lo más variados. Todavía recuerdo cuando tenía que preparar mis clases elaborando los materiales y ampliando aquellos que venían en los libros de texto. Era una tarea ardua, revisando bibliografía, consultando libros de texto de diferentes editoriales, acudiendo a diccionarios enciclopédicos. A veces, preparar una clase de una hora me llevaba muchas más horas de planificación, elaboración de esquemas, apuntes y presentaciones, fotocopias, etc. Ahora el docente lo tiene mucho más fácil. No es que no tenga que preparar las clases, es que ese trabajo le lleva bastante menos tiempo porque hay ya muchísimo material elaborado por miles de profesores que se dedican, además de a impartir docencia, a poner a disposición de los demás su trabajo.

Un ejemplo que se puede aplicar a todas las materias que se imparten en las aulas lo encontramos en la asignatura de Lengua castellana y literatura. Textos, autores, comentarios, análisis… Aquí presento varios enlaces que pueden ser de mucha utilidad. El primero, una entrada de Educación 3.0, recoge 15 blogs dedicados a la mencionada asignatura, explicando brevemente el contenido de cada uno, autor o autores del blog, tipo de materiales y recursos, actividades, etc.

El segundo, del que ya he hablado varias veces, es el elaborado por mi antiguo compañero José María González-Serna. Combinando con acierto texto, imágenes y recursos informáticos y/o visuales, su blog es muy útil para Bachillerato y Selectividad.

Por último, una página muy interesante para aquellos que dominan la informática (o no), que quieren estar a la última en las herramientas tic o que, simplemente sienten curiosidad y deseo de ampliar horizontes educativos.

Tanto si utilizáis los ordenadores en el aula, la pizarra electrónica, usáis libros de texto o apuntes, recomiendo que recorráis los enlaces porque facilitarán mucho vuestra tarea.

Blogs de Lengua castellana y literatura para ESO y bachillerato

Las letras y las cosas

30 herramientas TIC para tu clase de Lengua castellana y literatura

Resultado de imagen de recursos sobre lengua castellana y literatura

 

 

TDAH: Recursos educativos abiertos

11 de octubre de 2017

Una de las ventajas más claras de Internet y de los blogs educativos es la de proporcionar material que facilite el trabajo del profesorado y del alumnado. En este mismo blog hay una gran cantidad de enlaces a materiales elaborados por otros compañeros y otro que también he elaborado yo, aunque desde mi jubilación he dejado de lado esa faceta, porque creo que ya hay mucho y muy bueno. Y lo mejor es que es son materiales y recursos abiertos, es decir, que pueden ser utilizados por cualquiera y en cualquier lugar.

También hay herramientas que permiten organizar y clasificar el material elaborado o recopilado, como por ejemplo Scoop.it y Symbaloo. La primera es una herramienta que permite seleccionar contenidos y clasificarlos de acuerdo a categorías previamente definidas por los usuarios; la segunda es similar, pero más intuitiva y visual. Tanto una como otra son altamente recomendables para su utilización en las aulas.

Como ejemplo de la segunda herramienta presento una serie de recursos y páginas sobre el TDA-H, un tablero de Symbaloo creado por la orientadora Isabel Ibarrola de la comunidad OrienTapas, que nunca me cansaré de recomendar por la gran ayuda que supone para todos los que se dedican a la orientación.

TDA-H: Recursos educativos abiertos y enlaces

symbaloo-tdah

Pequeña reflexión sobre la orientación en Cataluña en estos momentos

4 de octubre de 2017

Sé que me puedo meter en un lío y que quizás me lluevan las críticas, pero la situación actual es tan difícil que no puedo permanecer al margen. Tengo la ventaja, además, de estar jubilado y no tener que enfrentarme a la diaria realidad que se vive ahora mismo en los centros educativos y que me permite ofrecer un punto de vista, no sé si equidistante, pero sí alejado de los excesivos brotes emocionales que se provocan en el contacto cercano.

Me imagino la dificultad de los orientadores en la Cataluña de estos tiempos. Desconozco la realidad in situ, el día a día de su trabajo en el despacho, en las reuniones con sus compañeros y con los estudiantes, la convivencia en las aulas. Supongo que los últimos acontecimientos habrán colocado a unos en un lado y a otros en el contrario, porque todos tenemos ideas políticas que son respetables en un estado de derecho siempre que se atengan a un mínimo de tolerancia y se defiendan con cordura, aunque también se pueden defender con vehemencia y apasionamiento. En toda mi vida como docente he creído que el sentido común, el respeto, el diálogo y la autoridad son los mejores aliados de maestros y profesores y que dan mucho mejores resultados que el autoritarismo, la imposición, el desprecio del otro o la negación de la evidencia.

¿Cómo se puede afrontar en los centros educativos, que no son burbujas impermeables a lo que ocurre a su alrededor, los acontecimientos que como un tsunami están arrasando la convivencia en Cataluña? Desde luego no como los dos profesores del Instituto El Palau, de Sant Andreu de la Barca, que no tuvieron otra ocurrencia que decirle a hijos de guardias civiles “Estarás contento con lo que ha hecho tu padre”. No voy a opinar sobre la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado el domingo porque este no es el lugar adecuado y mi opinión aquí no interesa. Ni tampoco sobre si hay adoctrinamiento o no ni sobre la presión que, según algunos, se está sufriendo por defender ideas diferentes. Pero lo que nunca se debería permitir es que en un aula un profesor reproche o recrimine a un alumno por lo que han hecho sus padres. Supongo que habrá habido momentos de tensión en los días previos, que las posturas de alumnos y profesores se habrán decantado por una posición o por otra y que habrá habido discusiones y enfrentamientos, pero ¿qué pretendía conseguir ese profesor poniendo en evidencia a uno de sus alumnos delante de la clase por algo que él no había hecho? No sé si será consciente de lo que eso puede provocar no sólo en el alumno afectado sino también en el resto de sus compañeros. En la noticia que se publicó en El País esa actuación se circunscribe sólo a dos o tres profesores, lo cual es de agradecer para evitar que la convivencia se convierta en un infierno.

Y aquí es donde yo veo la dificultad de la labor orientadora. Si yo fuera orientador, y menos mal que no lo soy ahora y en Cataluña, me vería en la obligación de hablar con ese docente porque, además de que supongo que lo hará el equipo directivo para conocer el contexto y su versión, a mí me costaría trabajo permanecer al margen ante una situación tan injusta para el alumno. Y quizás aconsejaría al profesor que, delante de la clase, pidiera disculpas al alumno explicando que su actuación fue debida a la tensión del momento que se vive. Reconocer un error humaniza y, aunque parezca lo contrario, da más autoridad al docente. Por otro lado, el docente debe ayudar a sus alumnos a ser críticos, a luchar contra las injusticias, a defender sus derechos y conocer y cumplir sus obligaciones. Y todo eso está reñido con el adoctrinamiento en las aulas, sea de un lado o del otro. No volvamos a caer en los errores del pasado y en la traumática experiencia que vivieron varias generaciones durante la dictadura.

La gamificación en las aulas

2 de octubre de 2017

La verdad es que he estado dudando durante los meses de verano sobre la continuidad de este blog. ¿Tiene sentido que un orientador jubilado hace dos años, con nuevos proyectos, horarios o intereses, siga manteniendo páginas dedicadas a temas educativos y de orientación que le resultan cada vez más lejanos? Todavía no tengo clara la respuesta, pero mientras haya temas que me resulten atractivos y tenga tiempo para estar delante de la pantalla del ordenador y escribir algo que pueda resultar práctico para los que diariamente trabajan en las aulas, seguiré en la brecha. Me planteo esto como ser miembro de una ONG que ayuda, dentro de sus posibilidades y limitaciones, pero echando mano de la experiencia, a otros que quizás no tengan tanto tiempo como yo para la reflexión. Y, además, servirá para distraerme de los acontecimientos que nos envuelven últimamente, como la política o las catástrofes de todo tipo. Es como una válvula de escape o como un madero al que agarrarme para flotar y no hundirme, precisamente hoy, 2 de octubre de 2017 en el desánimo en el que, como muchos españoles, me encuentro.

En mi última entrada, allá por el mes de julio, ¿Disciplina y esfuerzo versus «nueva pedagogía»?  trataba de la eterna dicotomía: nueva y vieja pedagogía. Creo que desde los griegos esta discusión está encima de la mesa. Hoy voy a decantarme por un movimiento, dentro de la llamada «nueva pedagogía», que está en auge y creo que llegará a implantarse en muchos centros porque ya se ha implantado, no sé si manera definitiva, en gran cantidad de empresas. Me refiero a la gamificación (término que proviene del inglés «game», juego). Consiste en «el empleo de mecánicas de juego en entornos no lúdicos, como la oficina o el aula, con el fin de potenciar aspectos tales como el esfuerzo, la concentración o la motivación». Si eso implica que los resultados educativos son mejores, bienvenido sea; si va a ser otra moda pasajera, pues eso, dejémosla pasar y a otro cosa. Pero como el saber no ocupa lugar y, además, es necesario para después elegir lo que más nos interesa, ahí van dos páginas en las que podemos encontrar una gran cantidad de ejemplos, herramientas y aplicaciones informáticas que pueden ayudarnos en el aula. Hay muchas más y ya sabéis que utilizando Google podéis encontrar toda la información si, al final, os atrae el tema.

15 herramientas de gamificación para clase que engancharán a tus alumnos.

Gamificación: el aprendizaje divertido.

Imagen relacionada

¿Disciplina y esfuerzo versus «nueva pedagogía»?

23 de julio de 2017

Resultado de imagen de disciplina y creatividad en la educación

El eterno debate, dos visiones contradictorias o contrapuestas, casi irreconciliables. Como si en educación, como en cualquier otro orden de la vida, la verdad fuera absoluta, o estás conmigo o contra mí, todo es blanco o negro o colores primarios, no existen los grises ni los colores secundarios. Y no nos damos cuenta de la importancia y de la riqueza de los matices, de las mezclas, de los mestizajes. Nunca me han gustado los radicalismos (miento, en mi juventud fui basante radical, como suele suceder cuando la vida sólo te ha proporcionado una experiencia limitada y el horizonte es todavía muy estrecho), por eso tampoco me he decantado nunca por una pedagogía o sistema concreto. He tomado un poco de aquí y otro de allá, he tenido que adaptarme a situaciones totalmente diferentes, a clases y colegios en los que compañeros y estudiantes no tenían nada que ver. Trabajar en un pueblo gallego no es lo mismo que en una ciudad dormitorio andaluza, con alumnos cuyas circunstancias familiares eran terribles o aquellos que nadaban en la abundancia y rodeados de comodidades, amor y cultura desde que nacían.

¿De verdad que es lo mismo conducir por una autopista con un coche de 200 caballos que con un utilitario por una carretera secundaria estrecha, con curvas y precipicios a un lado y otro? ¿Es igual trabajar en un aula con 20 alumnos de un nivel similar, diez ordenadores, conexión rápida a Internet, padres preocupados por la educación de sus hijos, que en un barrio marginal de una gran ciudad, con aulas masificadas, con estudiantes provenientes de seis o siete países diferentes, familias desestructuradas, paro, violencia…? No, no es lo mismo. Igualmente, la implicación del profesorado, la capacidad de los equipos directivos, la coordinación y otros elementos, inciden y condicionan también lo que el maestro o el profesor pueden hacer en el aula con sus alumnos. Así que cada vez soy menos propenso a atender a gurús que, desde una perspectiva generalmente limitada, suelen dar recetas que valen en algunas situaciones pero que han mostrado su inoperancia en otras. ¿Escepticismo, pesimismo? En absoluto. Estoy convencido de que la educación es insustituible e imprescindible para educar y formar a las nuevas generaciones. Pero, mientras que en algunos casos será una educación que compense desigualdades, que ayude a los más desfavorecidos a alcanzar unos niveles mínimos, o máximos, depende, que les permitan su inserción en la sociedad o salir de un profundo pozo de desesperación, en otros casos complementará la educación que proviene de una circunstancia favorable como el entorno familiar o social. Ahí reside la importancia de la preparación del profesorado, saber distinguir situaciones, adaptarse a ellas, ser sensible y estar atento a las necesidades de cada uno de sus alumnos.

Veamos dos ejemplos. En el primero, una experta sueca, exasesora del Ministerio de Educación de su país, aboga por una enseñanza digamos tradicional, en la que disciplina, esfuerzo, autoridad del profesor, exámenes, curriculum cerrado, etc., son las premisas en las que debe descansar la educación. En una entrevista publicada hace poco por El País, dice, entre otras cosas, que si no se aprende en Primaria a ser ordenado es difícil hacerlo después o que los exámenes ayudan a desarrollar hábitos sistemáticos de trabajo o, y esto es todavía más llamativo, que los niños tienen que aprender contenidos y no el llamado aprender a aprender. Por tanto, se posiciona claramente contra las nuevas metodologías educativas. Teniendo en cuenta que Suecia no destaca en los resultados de los Informes PISA y que está por debajo de la media de los países de la OCDE, quizás se pueda explicar este punto de vista.

«Hay que recuperar la disciplina y la autoridad en la escuela». Entrevista a Inger Enkvist, exasesora en educación del gobierno sueco. Periódico El País, 13 de julio de 2017.

En esa misma entrevista hay un enlace a otra realizada a George Kembel, en la que pone de manifiesto que lo importante no es el producto final sino el proceso de aprendizaje. Critica la enseñanza tradicional, la clase magistral, la transferencia de contenidos por parte del docente, los exámenes. Si el mundo cambia con enorme rapidez, ¿por qué enseñar contenidos que casi con total seguridad serán inservibles dentro de unos años? «No se aprende escuchando a un profesor, sino haciendo proyectos reales», continúa diciendo en la entrevista. «Nosotros no les pedimos que resuelvan problemas, sino que identifiquen cuáles son los problemas».

“Se aprende haciendo, y no escuchando a un profesor”. Entrevista a George Kembel, cofundador de la d.school de Stanford. Periódico El País, 25 de enero de 2016.

Podríamos encontrar miles de ejemplos más en uno u otro sentido, en los centros educativos y en la prensa, en las Universidades y en las políticas educativas de los distintos Estados. Que cada cual saque sus conclusiones y las aplique según su leal saber y entender. Desde mi cómoda posición actual de docente jubilado, suerte a los que tenéis que discernir y elegir lo que mejor convenga a vuestros alumnos.

Resultado de imagen de disciplina y creatividad en la educación


trecegatosnegros

un viaje por la suerte, el destino y lo que somos

Mónica Diz Orienta

Por José Manuel Castro Díaz (maestro y orientador jubilado)

PROFESOR EN LA SECUNDARIA

Por José Manuel Castro Díaz (maestro y orientador jubilado)

OrientaGuía

Guía de orientación en secundaria para alumnos y padres de Murcia.

La carpeta de Olga

Por José Manuel Castro Díaz (maestro y orientador jubilado)

elorientablog

Por José Manuel Castro Díaz (maestro y orientador jubilado)

El Adarve

Por José Manuel Castro Díaz (maestro y orientador jubilado)

¿QuÉduQuÉ-QuÉduCuándo?

Por José Manuel Castro Díaz (maestro y orientador jubilado)

ORIENTAVILLEGAS

Por José Manuel Castro Díaz (maestro y orientador jubilado)

Entre pasillos y aulas

Por José Manuel Castro Díaz (maestro y orientador jubilado)

Buenas PrácTICas 2.0

Por José Manuel Castro Díaz (maestro y orientador jubilado)

LA BOTICA DEL ORIENTADOR

Por José Manuel Castro Díaz (maestro y orientador jubilado)

Aprender a pensar

Por José Manuel Castro Díaz (maestro y orientador jubilado)

Aula PT

Blog de Recursos Educativos

Orientagades Blog

Todas las novedades en orientación educativa